El joven Anduin arrastra una pesada carga, preservar una paz muy compleja, y no las estratagemas de la guerra.
Anduin Llane Wrynn, hijo de Tiffin y Varian Wrynn, es el heredero al trono de Ventormenta. Hace años, cuando su padre desapareció, el joven Anduin fue coronado rey de Ventormenta. Debido a su juventud, no podía gobernar, y fue el alto señor Bolvar Fordragón, un venerado paladín de la Alianza, quien asumió la regencia. Cuando el rey Varian volvió para reclamar el trono, el príncipe comenzó a centrarse en temas espirituales y diplomáticos, y viajó por todo Azeroth para comprender cómo podía regenerar las tierras y las almas arrasadas por la guerra. El espíritu y la empatía de Anduin, a diferencia de los impulsos de guerrero de su padre, le permitieron entablar una sólida amistad con el profeta draenei Velen e, incluso, con algunos miembros de la Horda.
Tras el descubrimiento de Pandaria, el joven príncipe ha liderado personalmente una campaña para desvelar los secretos de la región y sofocar las llamas de la guerra que amenazan con consumir el continente. La sabiduría y el sentido de la justicia de Anduin pueden ser lo único que separe a la Horda y la Alianza de una catástrofe de proporciones épicas.
Pero a Anduin, eso le venía muy grande, bien es sabido que el joven príncipe hizo lo que pudo, tras varios años transcurrió una relativa paz, estaba claro que la Horda, con su nuevo jefe de guerra al mando Vol'jin, había aceptado una tregua, pero, la posible muerte de su padre es lo que preocupa al joven y presuntamente, nuevo Rey de Ventormenta
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