Nacidos en el lejano mundo de Argus, los Exiliados son un pueblo marcado por las acciones de sus antepasados y nación, que cayó en la más profunda corrupción demoníaca y se convirtió en el mayor servidor de la Legión Ardiente, como intermediarios directos de Sargeras. Obligados a huir incontables veces, han hecho su hogar en el mundo de orcos y ogros, que aunque llegaron a perder, han recuperado y no están dispuestos a ceder nunca más.
Aunque sean los Draenei, es el momento de dejar de huir.
Historia y Sociedad
Hace más de veinte mil años una facción rebelde Eredar se negó a servir la Legión Ardiente. Su líder era un poderoso hechicero llamado Velen.
El sabio había recibido la llamada de un misterioso ser astral que se hacía llamar K'ure, un Naaru. Le había otorgado el don de la visión y con ello pudo ver el horror de la Legión Ardiente y Sargeras.
Velen, a pesar de su estrecha amistad con Kil'jaeden y Archimonde, los otros líderes de Argus, rechazó la tentadora oferta ante cólera de sus hermanos. Desató una furiosa guerra civil que convirtió un tercio de la población en paria y exiliada... solamente les quedaba escapar.
El Genedar descendió de los cielos y se llevó a tantos como pudo entre gritos y frustración de los ahora Man'ari Eredar, los nuevos comandantes y líderes de la Legión Ardiente. Escaparon por los pelos y vagaron sin destino.
Finalmente el Genedar se estrelló en un mundo joven y primitivo que los ya autodenominados Draenei, "Exiliados", hicieron su nuevo hogar. Convivieron con la armonía que les fue posible y construyeron sus ciudades templo para estupor de todos. Karabor, Shattrath, Auchindoun... El Valle Sombraluna se convirtió en su refugio espiritual bajo liderazgo del Profeta y Jerarca, Velen.
La sociedad draenei se dividía en castas relativamente fijas, donde cada draenei era miembro según su aptitud, la cual muchas veces estaba condicionada por la familia y ascendencia.
Sobre ellas estaban los Exarcas, en Consejo bajo coliderazgo del Jerarca.
El rencor e insidia de Kil'jaeden les persiguió hasta encontrarlos allí, convirtiendo a los emergentes clanes orcos en una herramienta de venganza.
La guerra desatada arrasó con casi toda la obra de Velen y los Draenei, obligándoles a vivir como refugiados y cautivos una vez más. El pasado les golpeaba con fuerza, pero no estaban solos.
Una vez más vinieron los Naaru, descendiendo de las estrellas cabalgando esta vez el mayor artificio que ha visto Draenor. Aquel ingenio era el Castillo de la Tempestad, una fortaleza capaz de navegar entre mundos y planos fruto por la tecnología Naaru. Desde ella Velen y los Draenei se salvaguardaron de la cólera demoníaca y de sus legiones, viendo como el mundo que habían aprendido a amar se marchitaba y moría.
Finalmente se vieron obligados a retirarse cuando las fuerzas illidari, una facción rebelde de la Legión Ardiente, llegó al Castillo comandados por Kael'thas y sus sin'dorei. El Exodar, uno de los módulos del Castillo, se alejó de Draenor y tras un viaje interestelar se estrelló en Kalimdor.
Allí establecieron estrechos lazos con los Kaldorei y la Alianza en general hasta que repararon el Exodar y pudieron volver a Draenor, reactivando toda la maquinaria y un protocolo de emergencia Naaru que, en resumidas cuentas, será recordado como la Restauración. Una regeneración planetaria.
Aldori: El sacerdocio draenei. Son los líderes políticos y religiosos de su pueblo, dedicando sus tareas tanto a la fe como la educación y la diplomacia. Ishanah es su Exarca y una de las mujeres de mayor confianza de Velen, pues lideró la defensa de Shattrath durante su ausencia.
Además, por necesidad han tomado también las antiguas funciones Auchenai.
Vindari: Los guerreros del pueblo exiliado. Sean paladines o meros guardias, son elegidos por su fuerza y determinación. Los lidera el Triunvirato, tres Exarcas que representan tres formas de entender la fe. La ley y el orden, así como la justicia, entran en sus funciones.
Arcanai: Los artifices son los hábiles ingenieros draenei, conocedores de la misteriosa tecnomagia prismática de Argus. Aquellos que demuestran una mente lógica o habilidad con lo arcano son asignados a esta casta. Su Exarca es Andren, antiguo aprendiz y ayudante de Hataaru, asesinato por Socrethar.
Rangari: Los forestales y exploradores shattari, respetuosos con la naturaleza y los elementos. Los lidera la Exarca Naielle, que ya entrada en años ha abrazado el camino chamánico de Nobundo para estupor de todos.
Azurenai: El Exarca Maraad ha sido nombrado líder de la isla Bruma Azur, base de operaciones shattari en Azeroth. Es el embajador y representante de los draenei en Kalimdor. Aunque incluso allí todo se divide en las mismas castas, Maraad toma un papel similar al de Jerarca coliderándolos a todos.
Auchenai: Una vez fueron los sacerdotes funerarios draenei, poderosos ensalmadores de espíritus que guardaban su reposo y daban a los más valientes una segunda oportunidad en la armadura de combate conocida como "Vigilante". Con la caída de Draenor y la casi destrucción de Auchindoun, los sacerdotes enloquecieron y empezaron a adorar la muerte y oscuridad. Consideran la "Restauración" una ofensa al destino de Draenor y su Exarca, Maladaar, ha prometido que se cumplirá.
Socrethai: Una vez fue Othaar, Exarca Aldori y señor de Shattrath. La ambición pudo con él y se entregó a la Legión Ardiente con un nuevo nombre, Socrethar. Desde entonces ha sido un incordio para sus hermanos y un aliado del Consejo de las Sombras. Los Socrethai son poco numerosos, draenei que han abrazado la demonología y buscan derrocar a Velen a cualquier precio, habidos de poder.
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