Revil Kost es un humano Sacerdote de la Luz Sagrada. Su familia fue masacrada por los huargen de "La Secta del Lobo" y Revil aferra a una muñeca vieja como único recuerdo de su hija. Él cree que la luz guía su vida y es extremadamente devoto en su fe, pero no es tan simpático como otros sacerdotes y tiene una actitud tosca: por ejemplo, se negó a sanar a un soldado que fué brutalmente apuñalado en una discusión con otro por un mendrugo de pan con el fin de enseñarles lección moral y también para reprimirlos por su egoísmo.
Muchos lo han afirmado ser el sacerdote más cabreado y con más mala leche que jamás han conocido.
Revil fue asignado por el Arzobispo Benedictus para recuperar un artefacto robado por los Jinetes Oscuros del paso de la Muerte, vistos por última vez en los Páramos de Poniente. Su pecho está marcado con tres marcas de garras horizontales de algún animal o bestia salvaje y parece estar preocupado por el Bosque del Ocaso. Revil tiene un pequeño santuario en su casa, donde ha colocado la muñeca de trapo desgarrada y reza por la fuerza mientras jura vengarse contra un enemigo no especificado, aunque muy probablemente en alusión a los huargen que masacraron a su familia.
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