Desde los olvidados desiertos de Silithus una escurridiza secta late con fuerza, extendiendo sus tentáculos por Kalimdor y llegando hasta las costas kaldorei. Es el Martillo Crepuscular.
Liderados por el poderoso brujo Cho'gall, el Martillo fue durante mucho tiempo un clan utilitario de la voluntad de Gul'dan, estrechamente vinculado al Consejo de las Sombras.
Aniquilados por el ejército de Orgrim ante la Tumba de Sargeras, los "Crepusculares" sobrevivieron a través de unos pocos ilesos, entre ellos su astuto y sorprendemente escurridizo líder.
Desaparecidos del panorama, volvieron a aprecer hace años por Orgrimmar los primeros representantes. Esquivos, extraños y sospechosos empezaron a reclutar nuevos miembros para enviarlos a tierras lejanas. A pesar de las investigaciones de la Mano Destrozada, no se pudo sacar nada en claro y se descartó que el clan estubiera trabajando para los demonios. Ya no servía al Consejo de las Sombras, pero algo sucio se cocía.
Tradiciones
En Draenor lo entendió. Cuando ardieron los bosques y se secaron los mares.
Cuando se levantaron las dunas y se marchitaron los clanes, lo entendió.
Los demonios, él y todos eran herramientas de la destrucción y del caos, la extensión de una verdad más absoluta que la Legión Ardiente. Cho'gall no rendiría cuentas ante meros seres del indescifrable Torbellino, él iría a la fuente de toda devastación y aniquilación, sería un servidor del caos.
Con esa premisa ha renacido el Martillo Crepuscular, los adoradores del Caos.
Violentos, sádicos, maníacos, impredecibles, egoístas, dementes... es dificil describir con pocas palabras la forma de ser de los Martillo Crepuscular.
No aceptan visitas, o eso se presupone, pues nadie regresa de sus dominios. Heraldos de las Legiones de Hierro desaparecen como lo hacían ya los de Thrall en su momento. Lo poco que se sabe de ellos es su increíble poder sobre los elementos, que retuercen y someten con una violencia sobradamente superior a la de los forjadores Roca Negra en la Fundición.
Aunque aún conservan una población orca destacable, a estar alturas parece haberse quedado pequeña ante la marea de diferentes razas. Trols, tauren, goblin e incluso aquellos ajenos a la Horda se cuentan dentro del Martillo.
Es fácil deducir que la sangre no significa nada para ellos. Solamente la devoción.
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