Los Naga son una raza de seres de aspecto curioso: su cabeza y torso son de forma humanoide, mientras que de cintura hacia abajo poseen una cola serpentina. Habitan principalmente en los mares de Azeroth, pero han demostrado poder vivir también en tierra firme.
Sus cuerpos están cubiertos por unas gruesas escamas reptilianas, poseen crestas a lo largo de su columna y su aspecto varía mucho según su sexo:
Las mujeres suelen ser delgadas y muchas conservan un rostro de exuberante belleza, que conservan de su pasado élfico. Por otro lado, poseen tres pares de brazos que terminan en unas manos que, entre dedo y dedo, poseen una especie de membrana. Además, su cabeza suele estar rodeada de una especie de “corona”, que dependiendo de su poder puede ser de membranas, como las que poseen a su espalda, o bien similar a un tocado de serpientes, como el ser mitológico: medusa.
Los varones, por otro lado, poseen un aspecto mucho más brutal: son musculados y su rostro recuerda al de un reptil. Poseen un amplio torso acompañado de unos fuertes brazos que lo vuelven temible en combate. Además, algunos hombres sufren mutaciones más agresivas, creciéndoles caracolas y conchas por el cuerpo. Estos varones mutantes son más poderosos, y como tal, ostentan un mayor rango en la sociedad Naga. Uno de ellos es Naj’entus.
Gran señor de la guerra Naj’entus, en el Templo Oscuro.
Esta raza, al igual que los elfos, posee una longevidad sorprendente, e incluso muchos Naga son inmortales: no pueden morir por el paso del tiempo. También, como Altonato que fueron, son adictos al uso de magia arcana, característica que comparten los Quel/Sin’dorei.
2. Orígenes
Hace 10.000 años aproximadamente, se alzó una poderosa hechicera como reina de los Kaldorei. Su exuberante belleza y su gran carisma, hicieron de ella una entidad superior para su pueblo, que comenzó a adorarla como si de una deidad se tratase. Ella fue Azshara, la maga mortal más poderosa jamás conocida.
Al principio de su reinado, Azshara demostró ser una reina cercana al pueblo, pero con el tiempo, empezó a alejarse de la plebe, rodeándose sólo de un selecto grupo de hechiceros y practicantes de magia. Así, se originó una corte de hechiceros que dirigirían el destino de los Kaldorei, y este grupo de magos se autoproclamó “Altonato” o Quel’dorei, es decir, nacidos de Alta Cuna.
Azshara, luz de luces.
Poco a poco, la reina se volvió arisca, y con el tiempo, su corazón se fue oscureciendo, cayendo en una espiral de corrupción de la que nunca escaparía.
Un buen día, su más leal consejero, Lord Xavius, quien hubo contactado con Sargeras, le propuso a la reina “liberar el mundo de toda imperfección”, y eso incluía a los Kaldorei del “pueblo llano”. Para ello, propuso a la corte crear un portal en el Pozo de la Eternidad que permitiese a la Legión Ardiente y al mismísimo Sargeras entrar en Azeroth. Y así fue, tan pronto el Portal comenzó a funcionar, hordas de demonios entraron a través de él, atacando a todo Kaldorei que no perteneciese a la corte.
“¡Ayúdanos, Azshara!”
“¡Que Azshara nos socorra!”
Gritaron muchos Kaldorei, huyendo de pavor de los demonios mientras la reina, desde su palacio de Zin-Azshari, reía a carcajadas.
Azshara en su palacio, oscurecido.
Finalmente, se formó un grupo de resistencia Kaldorei, apoyado por los Dragones Aspectos: Alextrazsa (vuelo rojo), Ysera (vuelo esmeralda), Malygos (vuelo azur) y Nozdormu (vuelo bronce), que tras largas y duras batallas, consiguió dar fin a los planes de la perturbada reina. El portal se colapsó, y el Pozo de la Eternidad, sobrecargado por el exceso uso de magia, implosionó, creando una explosión de energías arcanas que resquebrajó la misma tierra, separando la tierra en continentes, y provocando que el mar inundase gran parte del terreno firme existente.
Mientras el agua penetraba en el palacio, Azshara creó un campo de fuerza que permitiese a los Altonato sobrevivir mientras el edificio se hundía en las profundidades del océano. En ese momento, una voz misteriosa susurró a la enloquecida reina:
“Hay una salida… una salida… podemos ayudarte… podemos ayudarte… te volverás más poderosa de lo que nunca has sido… serás más de lo que nunca soñaste ser… y cuando llegue el momento… nos servirás”. – Voz desconocida.
Azshara aceptó aquel misterioso trato, y automáticamente después, ella y los Altonato que la acompañaban en ese momento se convirtieron en Naga. A día de hoy, sabemos que esa Voz Misteriosa pertenece al Dios Antiguo, N’Zoth.
Tras el primer cataclismo, los Naga se dedicaron a reconstruir su caído imperio, creando un templo submarino en el cual Azshara habita a día de hoy, rodeado por la ciudad más grande conocida de esta Raza: Nazjatar, su capital. Además, se cuenta que Azshara sufrió una transformación mucho más horrible que el resto de Naga. Se cuenta que conserva su exuberante belleza, pero que su peinado ahora es una maraña de monstruosas serpientes y que en lugar de sus piernas élficas, no posee la cola serpentina que todos los Naga poseen, sino múltiples tentáculos como si de un pulpo se tratase.
Presunta transformación de Azshara.
3. Sociedad, fe y costumbres
Los Naga, a pesar de haber sufrido esas horribles mutaciones y ahora poseer un monstruoso aspecto, conservan parte de sus costumbres élficas.
Son una sociedad matriarcal, es decir, liderada por mujeres. La cabeza del imperio Naga, es, evidentemente, la Reina Azshara, a quien veneran como una semidiosa en vida. Por debajo de ella, se encuentra una corte de sirenas de las que solo conocemos a Lady Vashj y Lady Naz’jar. Por último, en la jerarquía de la raza, nos encontramos con los líderes de cada clan, puesto que los Naga se organizan en clanes. Curiosamente, a pesar de ser una sociedad matriarcal, los líderes de estos clanes suelen ser varones, aunque evidentemente no siempre es así.
Su fe gira en torno a Azshara, a quien como hemos dicho, veneran como si de una deidad se tratase. Por otro lado, sabemos que existen Naga que, en lugar de venerar a la reina, tratan a Neptulón el Cazamareas, Señor Elemental del Agua, como un Dios, pero recientemente hemos descubierto que rendir culto al Cazamareas está visto como una herejía y dicha práctica por tanto, está prohibida en la sociedad Naga.
Sabemos que los Naga son capaces de hablar muchos idiomas. El suyo propio es conocido como Nazja, que es una variante del idioma que hablaron tiempo atrás cuando eran elfos. También sabemos que conocen Eredun (idioma de los Eredar), Nerglish (idioma de los Múrloc), Darnassiano/Thalassiano (derivados del idioma élfico original), Común, e incluso Kalimag (idioma de los elementales).
En cuanto a sus relaciones con otras razas, sabemos que sienten un profundo y visceral odio hacia la sociedad Kaldorei, mientras que con el resto de razas, aunque no sienten nada en particular, se muestras hostiles. La excepción son los Elfos de Sangre, con quienes trabajaron conjuntamente una temporada, al tener algunos objetivos y características en común. No obstante, estas relaciones desaparecieron tras la traición de Kael’thas, y con la desaparición de la orden de Sin’dorei que lo servían, los Naga tratan a los Sin’dorei de la Horda, como a cualquier otra raza: de forma hostil.
Lady Vashj, junto a Kael’thas, ejemplo de dichas alianzas.
Por otro lado, existen algunos Naga que viven como ermitaños, que tratan con desconfianza a cualquiera que se les acerque, pero sin llegar a ser hostiles. No obstante, esto es una excepción muy puntual y extraña.
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